Querida mamá: Soy tu hijo. ¿recuerdas?. No he desaparecido, pues Dios me infundió un alma eterna en el momento en que fuí concebido.
Sé porqué me mataste. El que debió haber sido mi padre tenia problemas económicos. Tu te sentías sola porque el no tenia como mantenerme.
Nunca olvidaré los meses que me acunaste en tu vientre, ¡me sentí tan seguro y amado!. ¡Comprendo que no me desearan. Por entonces no supe de las discusiones con mi padre.
No justifico su crimen, pero los perdono. Perdono a papá por haber sido tan irresponsable. Se que te causó un trauma que llevas en silencio tratando de pensar que no fue nada. Si era algo. Era alguien, era yo, tu hijo.
Conozco mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Se que luchaste mucho en tu interior sobre tu decisión de abortarme. En el fondo me amabas pero pudo mas en ti el miedo. Sé que me amabas, pues aun sueñas conmigo y más de una vez te haz preguntado, con remordimientos, como sería hoy día y que alegrías te hubiera traído...
¡Soy niño! Me parezco mas a ti ¡como me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre esas pesadillas que turban tu descanso y te dan muerte en vida! Por eso, ¡que alegría cuando buscaste al sacerdote que te inspiro confianza, y te reconciliaste con el señor de la vida!
Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a mi amigo Pedrito. Lo mató su mamá porque ella decía ser demasiado joven para ocuparse con ser madre. Tampoco el recibió nombre alguno de sus padres pero si de Dios quien nos ama infinitamente. Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. El se pregunta: "¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mi, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?" Aquí en el reino del amor, solo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no comprendemos esos "argumentos" acerca del aborto; por mala conformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos, "que la familia pequeña vive mejor", etc.
Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas letal han realizado tan brutal y desmedida masacre. Con los abortos se ha privado a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos, pilotos, estadistas, pintores, arquitectos, santos y santas. A mí todos me dicen que quizá hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a la Mozart. Cuando nos reunamos, mami, ¡ya veras que manos tengo! Lo que mas me agrada es cuando me dicen "¡tu mamá tiene que ser muy hermosa!"
No llores mami. Confía en Dios hasta que nos volvamos a ver. ¡ah!, se me olvidaba, aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan. Hazle a ellos lo que nunca pudiste hacerme a mí, tratalós bien y con cariño, nunca les levantes la mano, ni les grites tampoco. Fíjate que cuando bañas a mis hermanitos o lo amamantas, no sé, me entra un poquito de añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser amamantado con la leche de tus pechos; ser acariciado por esas manos tuyas tan lindas y tan semejantes a las mías.
Quizás te preguntas donde estoy. No te preocupes, estoy en los brazos de Jesús que me amó hasta derramar su sangre por mí. En El todos encontramos la Vida.
Y termino pidiéndote un favor. No para mí, comprenderás, sino para otros niños. ¡no los maten como a mí!, si conoces a una joven que quiera abortar o a un sujeto que monta campañas a favor del aborto o un médico asesino que se burla de Hipócrates, o una enfermera que se presta a ese crimen, extiéndeles el amor de Dios, nuestro Padre. Entonces recuérdate de nosotros y dile que no mate más. Que los niños le pertenecen a Dios. Grítales a todos que tenemos derecho a vivir como ellos, y que aunque nadie nos ame tenemos derecho a vivir y amar.
¡Te espero con la boca aún sin estrenar, rebosante de besos que tengo guardados solamente para ti!
Dedicado a Jose Maria